pueblo; éste el mandato insolente de un poder extranjero y una mayoría de 12 notables, sobre 58 reunidos ad hoc y a escape; aquél destruyó las instituciones republicanas; éste impidió que fueran restauradas; aquél dejó intacta la soberanía nacional; éste la ha arrastrado y puesto bajo las plantas de un couquistador. Dictadura por dictadura, puede parecer la una más odiosa que la otra, es cuestión de sentimiento; pero inaceptables en principio las dos, lo es mucho más la segunda, porque ha nacido de una imposición contraria a todas las leyes divinas y humanas y es producto cierto del aforismo de Bismarck: La fuerza es superior al derecho.
La dictadura de Tinoco había dejado ya el campo libre a la libre expansión de las fuerzas vivas del país; la del señor Aguilar Barquero lo ha puesto bajo la acción de un pueblo extraño, diferente en raza, lengua, religión, ideas, hábi.
tos, costumbres y aspiraciones, contrario a sus condiciones étnicas, a todo lo que lo distingue como pueblo independiente y libre y, segregándolo del grupo de naciones a fines a que pertenece, ha desviado su camino, interrumpido su desarrollo biológico y lo ha condenado a 215 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.