aisladas, se ahogaba en la política del Gobierno y de la mayoría de la nación. Ese Gobierno de los Estados Unidos y esa mayoría estadunidense. qué pensaban? Pensaban, primero, que éramos incapaces de conquistar la independencia, y luego, cuando nos vieron triunfantes por las armas, dudaron, como nuestro amigo el señor Irvine, que supiéramos constituirnos en Estado, y apenas creyeron, como nuestro amigo el señor Irvine, que con el tiempo, es decir, en el transcurso de años, quizás de siglos, fuéramos capaces de cormar una sabia constitución.
Todo esto es necesario recordarlo. Es necesario recordar con insistencia, sobre todo, que los Estados Unidos no nos reconocieron sino en 1822, cuando estábamos ejerciendo el gobierno propio y la soberanía como naciones emancipadas aunque con varia fortuna militar, desde doce años atrás, esto es, desde 1810; que los Estados Unidos ni nos ayudaron en nuestras horas de prueba ni nos reconocieron hasta que, según las palabras del presidente Monroe, estuvimos «en plena posesión de la independencias, hasta que no había «el más ligero y remoto prospecto de que fuéramos privados de ella en lo futuro. esto debe tenerse muy presente ahora, en los comienzos del siglo XX, cuando ciertos elementos interesados en los Estados Unidos preconizan otra cosa; y cuando esa prédica influye hasta en algunos de nosotros.
Un profesor, ex ministro argentino de Rela198 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.