lugar tercero. del educador. viendo cómo allí también corre fuera en busca de mejores condiciones de vida. descanso en el cuarto y último punto. el medio. donde censura el estado social de aquel país, y donde hallo un hermoso párrafo acerca de la mujer salvadoreña, laboriosa, fuerte y muy digna de nueva educación. En eso no parece tan pobre la situación de Costa Rica, con su Colegio Superior para maestras de escuela, y niñas que luego serán señoras de su casa.
Por cierto que a propósito del «Colegio Superior de Señoritas. ocurre alguna cosa contraria al pensamiento del autor, sobre intervención extranjera en la cultura nacional. Aquí está todavía, en vísperas de volver a su tierra, la ilustre señorita Inglesa que durante veinte años dirigió sabiamente dicho Centro de educación pública en Costa Rica.
Por lo demás y para concluir estos apuntes bibliográficos, he de anotar aquí que, a mi modo de ver, el distinguido escritor salvadoreño nada dice de un gran instituto armado en la República, 192 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.