de consecuencia y no merecedor de fe en lo que hoy sustenta, pues mañana obra en contrario; quedando en duda solamente si sus inconsecuencias son obra de mala fe, o si las comete a pesar suyo, debido a la superficialidad de sus juicios, que lo hacen tomar resoluciones y pronunciar discursos que la brutalidad de la marcha de los eventos en la huma.
nidad convierte en polvo y humo el día siguiente; pues todavía, con todo y sus riquezas amasadas con la sangre de Europa, los Estados Unidos quedan también sujetos a las leyes comunes de la evolu.
ción humana, y todavía su Presidente no prescribe a ella su curso.
La prensa que proclama la candidatura de usted, o mejor dicho, la apoya, pues sin duda fué la voz espontánea del pueblo la que la proclamó, trata de denunciar como obra de la intriga tinoquista las dudas que sobre la existencia de compromisos peligrosos embarga el ánimo de más de un ciudadano honrado y patriota. La prensa que tal hace, obra mal, pues trata de acallar la conciencia pública con una falsedad.
No hace mucho tiempo, en el «Hom.
175 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.