Sergio Arboleda. De ahí la falta de regularidad en la marcha política del país. De la necesidad de destruir un hábito y una preocupación para reemplazarla por una idea nueva en la máquina social, han surgido las luchas intestinas; cada paso de adelanto en nuestro sistema político está marcado con la sangre de nuestros hermanos; pero ya parece asegurada la paz, el porvenir no nos amenaza; y todos los escándalos pasados y los sacrificios consumados son el rescate que no habrá que pagar una vez más.
No extrañéis sin embargo, el oir de cuando en cuando la voz destemplada de alguno que, desesperanzado de que la paz se consolide, o dominado por la ingrata impresión de las contiendas civiles, reniegue de la República y entone un cántico de alabanza a los antiguos tiempos coloniales. Qué hemos ganado con la República?
preguntan ellos. Pues bien, contestadles que, cuando menos ellos, los que arrojan a su propia frente la sangre de sus padres que sirvió para alcanzarla, han ganado el derecho y la libertad de renegar de la patria, ya que ni ese desahogo tuvieron en la servidumbre sus mayores, a quienes insultan y de cuya obra blasfeman.
Necesario es concluir. Cuando di prin157 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.