el progreso que a este respecto había logrado hacer la civilización en los últimos tres siglos. Por eso cuando las antiguas secciones quisieron tener vida propia, hubo que cortar por completo el antiguo lazo, y los hombres encargados de dirigir el movimiento de la emancipación se encontraron sin base para iniciar en la vida de los pueblos libres a los colonos educados para la servidumbre, seguramente por culpa de los tiempos.
Los Proceres tuvieron que sostener dos grandes campañas: la de las armas, que concluyó en Ayacucho, después de trece años de diario batallar; y la social que hoy todavía dura. Para la primera sólo necesitaban mártires y héroes, y por cierto que no escasearon; para la segunda necesita.
ban ciudadanos patriotas e ilustrados, y formarlos ha sido la tarea de la República.
Más sencillo y más hacedero era vencer en batalla campal a un enemigo valeroso y aguerrido, que triunfar de los hábitos, de las tradiciones, de las ideas aclimatadas y germinadas durante tres siglos en la Colo nia. Mal pueden funcionar en la estructura del gobierno republicano las ruedas dentadas de una monarquía, dice y con razón, nuestro ilustrado compatriota señordon 156 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.