Y así los pueblos educados en esa doctrina y los que merecen la libertad por el culto que profesan a su patria. Así Bélgica y así Serbia. Ninguna de las dos débi.
les naciones calculó las consecuencias de su resolución. Su deber era defender su soberanía y su independencia y lo cumplieron sin vacilar. Destruídas sin piedad y restauradas mañana con magnificencia, tan grandes son en su heroísmo, como lo hubieran sido arrasadas para siempre.
Numancia no fué quizá extraña a tan magnánima resolución, como no lo fué a la defensa de Zaragoza, cuna de la independencia española en 1808.
Y, rastreando en la historia profana ifué inútil el sacrificio de Leonidas y sus tres: cientos espartanos para la libertad de Gre.
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La mano achicharrada de Mucio ¿no torció el curso de los acontecimientos? El sacrificio de Codro fué inútil para las armas de Roma? El suicidio de Lucrecia y la sangre de Virginia ¿fueron estériles para la República? si venimos a nuestra propia historia. fueron inútiles, no sirvieron para torcer el curso de los acontecimientos las vidas sacrificadas en el banquillo, en la horcs, en los presidios, en las prisiones, enl os cami150 Este documento propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.