El Embajador Busbequius me ha ense.
ñado lo que he dicho: y en verdad que es una excelente cosa la de haber nacido bien. El feliz nacimiento hace casi todo.
Sostengo que un gran Orador debe más a su Madre que a sus Maestros y a sus Es.
tvdios: hablo de su Elocuencia y de la nobleza de su Estilo. Hay Tierras extrema.
mente fértiles cultivadas por el Cielo solo, sin que la mano del hombre las haya de ayudar jamás. Donde se muestra esta abundancia qué tiene que hacer la Agricultura? Donde el bien se da gratis a qué bueno trabajar por adquirirlo? La liberalidad de la Naturaleza enriquece mucho más que el cuidado de los hombres.
Podría citaros varios ejemplos de conocidos míos que no saben una palabra de Griego ni de Latín, que no han estudiado ni en Retórica ni en Lógica, y que hacen sin embargo Piezas en las que notamos todas las Reglas de la Oración y del Razonamiento. Pero me contentaré con alegar uno solo, aunque no lo nombre, que brilla entre los otros como el Sol entre los Astros. según decía Horacio. Tiene cosas que no ha imitado, que son puramente suyas, y que juzgaréis, como yo, en la última perfección de bondad y de ajustamiento, cuando yo os las haya comunicado.
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