lismo militante la única energia vital liberada por la guerra. Hay otro grupo de liberales que creyó en el señor Wilson como una persona y una idea.
Este grupo aceptó las tácticas de Wilson por su fe en el hombre. Estuvieron dispuestos a admitir flaquezas de la consistente teoría, como concesio nes necesarias a fuerzas sólo conocidas del señor Wilson. En este grupo han ocurrido cismas importantes como resultado de su labor en París.
Algunos de ellos ven en sus diversas concesiones y debilidades la clara explicación de sus pasadas incons.
tancias. Para otros de ellos, Wilson ha estado ju gando con las aspiraciones de la gente decente de su época. El nunca se ha comprometido vitalmente a realizar los altos ideales liberales en la nación y en la familia de naciones. En general ellos repudiarán, pues, su obra completa Se asociarían a aquellos elementos estado unidenses que quisieran separar a la Nación de su posición mundial, evitar que el poderío yanqui llegue a ser el instrumento de la reacción europea, y empujar dentro de la tradición democrática a la Nación misma.
Hay todavía un tercer grupo. Vituperándolo por su debilidad aquí y allá, por sus muchos errores de táctica y estrategia, estos mantienen todavía fe en el hombre y esperanza en su obra. Este grupo es pequeño y no se manifiesta por falta de órganos estables de publicidad. Pero por el momento está apoyado por un gran contingente de antiguos oposito.
res al Sr. Wilson, satisfechos precisamente con las co.
sas que han disgustado a la mayoría de los liberales, ARTURO LIVINGSTON Nueva York, junio, 1919.
136 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.