estun ruás satisfechos de su labor en París. No puede negarse que el prestigio del señor Wilson en los Estados Unidos ha decaido, como en ninguno de los momentos anteriores de su carrera, lo que se debe a la defección de su bandera de aquellos elementos liberales que hasta ahora habían contribuído a robus.
tecer más su posición, que la suma de sus sostenedores actuales. Los liberales norteamericanos es.
tán confundidos con el Tratado de Paz. Se le han caído las alas a su propaganda por los altos ideales nacionales e internacionales. Anunciar ahora un principio general en los Estados Unidos provoca tan sólo una mofa irónica. Tal es la situación ac.
tual.
Cuánto durará? Esta es una cuestión muy diversa En las filas liberales estado unidenses es necesario distinguir tres corrientes de opinión respecto del señor Wilson. Hay un grupo que desde muy al principio le aplicó al señor Wilson el ácido de la prueba de constancia, que a partir de su actitud en la ratificación de la Ley de Espionaje durante la guerra, su duplicidad para con el público respecto de la cuestión rusa, y su total manera de entrar en la guerra y conducirla, lo señaló como un sin es.
peranza, débil comprometedor de quien nada podia esperarse en París. Opuesto al señor Wilson desde los comienzos de la guerra, este grupo está pronto a achicar cuanto él pueda bacer. Se apresuró a criticar el Tratado de Paz mucho antes de que tal documento estuviera listo, y su comentario posterior a los hechos llegó a poco menos que un resonante y complaciente Yo así lo dije. Este es el grupo de liberales que ha perdido su fé en el gobierno de la Clase Media en todas las partes del mundo, y que permaneciendo hostil en principio al socialismo y comunismo, aún aspira a ver en el sindica135 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.