Democracy

ra. Todas las fuerzas sociales de nuestro tiempo conspiran contra los autócratas. El gobernante juicioso aprovecha las fuerzas inteligentes y creadoras de la República para ponerlas al servicio de esta empresa de gobernar, que al fin de cuentas, es una magna empresa de cultura y de moral. Con la ignorancia y la inmoralidad, un grupo de hombres, por audaz que sea, no hará nunca gobierno. Gobiernan la república los letrados, cuando son gente civil y honesta, aunque no manden. Coger mando es preocupación vulgar. este es uno de los males de la dictadura que más indignan: legalizar sus desmanes, justificar sus iniquidades con leyes y constituciones mediante la complicidad de los otros poderes públicos. Toda la administración actual está viciada por la política politiquera; dudamos de la de Justicia. la enseñanza, una de las piedras fundamentales de la República, puesto que los maestros hacen la democracia, está adulterada por los cuarteles. El Gobierno no es solamente el Presidente y su Gabinete; lo es también los Municipios, las Gobernaciones y Comand incias, las Jefaturas y Escuelas, las oficinas públicas: y todo eso, y más, está infestado de las malas prácticas de la dictadura. Nuestros mayores para eso nos legaron patria, para que en ella viviéramos decentemente, como hombres, conforme a los dictados de la justicia y la libertad. Privarnos de estos dos su118 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.