impone y preexiste a los individuos; de tal modo que los individuos, más que en elementos, se convierten en productos sociales. 1)
Resulta sorprendente que hasta los luminosos esfuerzos de Durckhein y su escuela no haya echado arraigo en los espíritus esa concepción (1) Aquí y en algunos trozos de los suprimidos, cae el Autor en gran.
des errores, a juicio de un naturalista Cuánto bien haría al señor Taborga el estudio de la biologia: Las explicaciones históricas le parecerian luego menos despreciab. es, hasta llegar casi a valer como razones, y se disiparía el pesimismo que se nota al final de su inte.
resantísimo trabajo, ahí donde asoma la duda de que salgún lejanísimo remanso del futuro» pueda deparar a los hombres la ventura de una verdadera aristocracia, entendiendo por wristocracia el gobierno de los mejores, según la etimologia de la palabra, pero en contra del valor histórico por ella adquirido.
La sociedad no carece de realidad, no es una simple colección do individuos; pero no existe fuera de los individuos, ni mucho menospreexiste relativamente a los individuos. Un organismo tiene una realidad de conjunto, no es una simple aglomeración de células: pero no existe fuera de estas células. Las leyes biológicas de un organismo conjunto de células son lógicamente deducibles de las leyes de la última célula, como las de ésta se deducen de las del último plástido.
De igual modo toda la sociologia debe CUADRAR con la individuología.
Si el señor Taborga alejara de su mente la idea de poderes y autoritades depositarias de la forza, observando que en la naturaleza no hay depósitos centrales de fuerza, que todo es fuerza repartida, que todo es armonía de fuerzas; si se preguntara quién manda a quién en su propio organismo personal: si buscara cómo se cumple en este organismo la tendencia hacia la plenitud vital, quizás el problema de la democracia cambiaría completamente de aspecto a sus ojos.
Todos los hombres queremos el GOBIERNO DE LOS MEJORES Todos lo queremos, inclusive cuantos se llaman demócratas. Dentro de este grupo estamos muchos enemigos del sufragio directo de que usted habla. Somos sus enemigos por las razones tan lucidamente expuestas por usted y por razones de otro orden, hijas del individualismo mismo que usted parece temer. nuestro juicio, es una forma social rudimentaria y, por tanto, pa.
sajera ésa en que se muestra un poder central que pretende ser a la vez cerebro, elándula y corazón.
ara nosotros, lo propio de la democracia, no es el sufragio que usted considera, sino, únicamente, la supresión de las castas y privile.
gios facticios: la IGUALDAD DE CONDICIONES, a fin de que todos los individuos puedan adquirir sin trabas facticias el máximum de desarrollo y de consiguiente diferenciación o especialización la mejor diferenciación de las unidades sigue la mejor repartición del trabajo y sa mayor eficacia, Unidos los hombres, según su trabajo, en distin tos grupos funcionales, y armonizados luego éstos entre sí esponta neamente, con provecho para todos: en una palabra, MEJORADOS TODOS, se realiza la verdadera democracia: el gobierno de cada uno sobre todos y de todos sobre cada uno, según ley de la naturaleza.
Elías JIMÉNEZ ROJAS 100 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.