aparato urinal, etc. los gérmenes de una difte.
ria, de una meningitis, de una tifoidea, etc. que, sin sospecharlo, diseminan de diversas maneras, cuando escupen, cuando orinan, etc.
Sería tiempo de emprender en sociología, el estudio no menos importante de los portadores de daños de otro género.
Puede uno ser bueno aparentemente y sembrar sin embargo, el mal en rededor. No hay, pues, que exagerar el valor de la máxima corriente de que ante todo, dar ejemplo. Más justo sería decir, como en el laboratorio: ante todo, la prueba, o la reacción. ejemplo es mucho, pero no tanto como se cree. Sin ser bebedor, puedo difundir el acoholismo, cerebralmente y sexualmente. Sin ser ladrón, puedo inconscientemente ser propagandista del robo; etc. Hay gente que deja un reguero de males por donde pasa, sin dar ejemplo de ninguno de ellos. Hay sanos harto peligrosos!
No hablemos de venganzas. Sería rebajarnos.
Nada se gana con sumar una mala acción a otra mala acción.
Ni hablemos de responsabilidades ante Dios.
Sería estirarnos demasiado. Hablemos de responsabilidades aquí abajo. Pues bien, ante los hombres, lo mismo da, o debiera dar, ser declarado criminal que loco peligroso: los grilletes y la camisa de fuerza representan igual cosa: Ja defensa social.
Digo esto a propósito de la nota de Quintiliano al pie de las páginas de Alfieri reproducidas en el cuaderno anterior, nota que copio nuevamente por haber salido errada. Se trata de la teoría según la cual Rosas y el Dr. Francia, fueron dos 59 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.