señanza no tienen dos sino tres partes, que son las siguientes: parte teórica, parte práctica y parte de registro (o de pura erudición. Es posible, pues, y esta es la solución justa, aumentar y perfeccionar la enseñanza práctica y aumentar y perfeccionar al mismo tiempo la enseñanza ateórica. en el sentido de especulativa y filosófica) cortando prudentemente en la parte de registro y, por consiguien te, sin aumentar el total de conocimientos a transmitir (y aun disminuyéndolo. 39 Confundir los efectos del estudio propiamente dicho, con los de la preparación para exá.
menes. De ahí la manía de reducir la enseñanza, cuando lo que hay que reducir son los programas para examen, lo que es muy distinto (o debiera serlo, aun en la hipótesis de conservarse esa discutida institución. De ahí también el terror, la fobia por el fantasma pedagógico del surmenage.
Cuando existe, es un producto de la preparación, y no del estudio propiamente dicho.
Pero faltan la exageración más grande y la confusión más grande.
49 La exageración más grande es el anti intelectualismo, que ha sustituído al intelectualismo, sin que la acción ponderadora de los pensadores serios (y aun algunos de ellos. no habrán sido arrastrados. bastara para moderar la dema do violenta oscilación. suministran ellos mismos el más patente argumento contra su propia tesis, esos espíritus unilaterales cuya cultura estrecha los condena a seguir con la rigidez impulsiva, outranciére y monoideísta del hipnotizado, el pensamiento que en un momento dado los obsede.
Sin duda, esta pobre humanidad no se curará nunca de la enfermedad del ritmo. Pero aunque 56 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.