APUNTES 325. Porque ustedes los conservadores, cuando se les pide re forma venden la nación.
Hace muchos años desempeñaba el poeta Jorge Pombo no sé qué empleo en la legación de México.
Como po podía menos de suceder, Pombo se relacionó con lo más escogido de la intelectualidad de aquel país y, naturalmente, con sus colegas de las otras legaciones.
Una vez hallábase el poeta, con unos bardos mexicanos y con algunos empleados de las otras legaciones, en un café, departiendo pacíficamente y tocaron, como es costumbre entre compañeros de distintas nacionalidades, el tema del progreso de sus respectivos países.
Todos los contertulios eran personas corteses, y cada uno de ellos diose a alabar los países a que los demás pertenecían, como los dos héroes del poema de Campoamor. después de halagarnos obsequiosos del patrio amor el puro sentimiento, entrambos nos quedámos silenciosos como heridos de un mismo pensamiento.
Pombo y sus compañeros no se quedaron silenciosos sino que, como personas bien. nacidas, se manifestaron mu.
tuamente su agradecimiento.
En el curso de la conversación el secretario de la legación peruana, que no conocía a Bogotá y era un limeño de cortesía refinadísima. porque la alta sociedad de Lima y la de Bogotá figuran como las de más exquisita educación entre las de las capitales hispanoamericanas. le dijo a Pombo. Por las monografías que de Bogotá he leído, señor Pombo, sé que esa ciudad está bañada por tres ríos: el de San Agustín, el del Arzobispo y el de San Francisco.
señor. tartajeó Pombo, tragando saliva, porque recordó que los tres tíos sudan para arrastrar un corcho. Si