A PUNTES 305 no era secundado en el interior de la República, y fresco estaba el recuerdo del fracaso de la revolución de los Moras. Malas noticias debió de recibir el señor Fernández, cuando pocas horas después se decidió a embarcarse e irse como lo efectuó en el vapor Mehongo, dejando a casi todos sus hombres diz que con la promesa de que volvería con más fuerzas. Esos hombres, en número de 150, se entre.
garon al Capitán de Puerto, don Francisco Roger a los empleados y vecinos que se pusieron a las órdenes de éste contra la revolución. Parece que de los 150 sólo eran costarricenses y los demás nicaragüenses y salvadoreños, quienes reclamaban sus pagas. El 19, como a las 11 a. se verificó una reunión de vecinos convocada por el Secretario del Gobernador, don Vicente Segreda, con el objeto de nombrar autoridades interinamente.
El propio día 19, por la mañana, fue tomado el cuartel de Liberia por otro grupo de hombres al mando de don Santos Urbina, con el auxilio de un oficial, don Félix Pérez. Resultaron varios muertos y heridos. El hecho no tuvo tampoco importancia para la revolución. Los jefes de ésta comprendiéronlo así al saber lo que había pasado en Puntarenas y los preparativos del Gobierno, y trataron de escapar. En Bagaces retrocedieron 190 hombres de la revolución, en su mayor parte mercenarios, ante la vanguardia de las tropas del Gobierno. En la frontera con Ni