APUNTES 297 se sepa un día poner la palabra en botella y, para oírla, bastará quitarle el tapón.
Este sueño que él mismo no tomaba en serio se ha realizado. Qué pesar para los de mi edad que esta invención de hadas sea tan reciente, y que con los artistas de nuestros días no pueda yo evocar también los que han encantado mi juventud!
Si examinamos los impulsos que nos llevan hacia adelante, encontramos que ninguno es tan potente para el progreso como el anhelo de expresión individual, el deseo de crear algo. Quizá la mayor felicidad humana la da el logro per.
sonal. Alli descansa el mayor impulso del instinto constructivo de la humanidad.
Pero sólo puede prosperar en una sociedad donde el individuo tiene libertad y estímulo para su esfuerzo, Herbert Hoover.
El hombre, al acostarse, puede contar sus pérdidas; sus años únicamente no le abandonan, aunque pasan; cuando los revista y los llama, responden: Presente. Ninguno falta a la lista.
Chateaubriand,