292 APUNTES por sistema, permanece siempre rencoroso, torcido de espíritu y de corazón, y termina en falso o solapado. Estamos en 1856. He escrito a Finck. Traduzco su litera.
tura alemana, aunque no sea yo tan estúpido como sus novelas. En cuanto a Mme, de Staël, yo no recuerdo casi su Alemania. Pero para no estar muy lejos de la verdad, hay que suprimir no menos de la mitad de lo que ella dice, Creo en su apreciación de Kant y en su juicio sobre Goethe y Schiller. Ella era una gran habladora acerca de todo y a como saliera, y después se ponía a escribir sobre lo que había podido com.
prender (procedimiento que se lo ha robado Geor.
ge Sand. Yo he examinado bien a Alemania en mi vida y después de haber sido su idólatra, he reconocido al fin que hay más apariencia en ella que fondo y que hay muchas nueces huecas.
Tengo también un curioso artículo sobre Mozart en París, obligado a dar lecciones para vi.
vir y salir después de un año de miseria sin haber encontrado alguien que le prestara un escenario. Hé ahí por qué pruebas tiene que pasar úno cuando tenga un Don Juan en la cabeza. Pero no hay que desanimarse y es lo que hago yo