280 APUNTES concreta estriba en que el sistema inglés está pensa.
do, y en cierto modo ha logrado el resultado apetecido, para que sea fácil determinar la política que se va a llevar a cabo y quiénes han de ser los que tra.
duzcan ésta, en leyes y en gobierno. Durante el curso de un Parlamento, que suele durar casi tanto como un período presidencial, un grupo conocido de personas tiene poder absoluto sobre todos los asuntos importantes relativos al gobierno de Inglaterra, para obligarla en tratados o compromisos internacionales y para hacer cambiar mucho o poco al país, según lo deseen. Más de una vez, y sobre todo en los años que siguieron al armisticio, el mandato que se dio a los políticos victoriosos consistía en que hicieran lo menos posible; pero esto no deja de ser, sin embargo, una política positiva. No debe confundirse con la situación que se presenta cuando el pueblo de Estados Unidos ha autorizado a un presidente para que lleve a cabo cierta política, al Congreso para que haga otra diferente, y a la Suprema Corte para que evite que, tanto el presidente como el Congreso, hagan algo que está prohibido por ese difuso concepto de anticonstitucionalismo, o, para ponerlo en romance, cualquier cosa que no les guste a los jueces.
El norteamericano usa la palabra democrático sólo parcialmente en un sentido político; se refiere a un ambiente y a una actitud nacional que es casi imposible definir, pero que es, al mismo tiempo, in