APUNTES APUNTES 269 CDOTARIO por Julio Vives Guerra don José Maria Villa, de quien ya he ma sección, desde sus primeros atos e Antioquia, fuera de mostrarse como dio indicios de que, aunque de familia tillo, sus ideas religiosas no andaban las enseñanzas de la Santa Madre religión en la Universidad el doctor uno de los mis ilustrados teólogos bla, y alguna vez la clase versó so. Angeles encabezada por Lusbel, smlolsterlal.
nfs palabra muy fluida y sus disc los, menos José Maria Villa, que se ente en pintar caricaturas del te pues era hablfsimo dibujante.
aado en su disertación se hallaba el mado por el rector de la Universidad plantel.
salto al tablero y escribió con su si Luzbel era un ángel tan sablo que alto puesto logró merecer, hubo acaso otro diablo mis docto que primero tentase a Luabel?
Regresó a la clase el doctor Zaleta y se armó el nk.
tural Jollin.
Una noche de calabozo para José María Villa, por hereje, y salir late al dia siguiente del encierro, todos vieron escritas con carbón en la pared estas redondillas. Por un problemita yo al encierro for llevado; aquf la noche he pasado y Lurbel no me tentó Han hecho en esta ocasión conmigo estos caballeros, como en tiempos astañeros hacia la Inquisición.
Si un hereje se enojaba y algún problema ponia, la Inquisición lo cogía y en la plaza lo quemaba. estas cosas de la fe tenían por resultado un pobre hereje quemado y un problema slempre en ple.
e Zuleta uiere hoy hacer yo ahora poner: El doctor Teófilo Nabor Sarria era un popular abogado de Popayán, periodista liberal, poeta en sus ratos de vagar, escritor de servio y hombre de chispa e ingenio.
Suyas son aquellas frases célebres con que saludó en El