World War

APUNTES APUNTES 207 serto o si sólo habia desaparecluo onero, y no sablan tampoco a ues no podían esperar una inforel enemigo. Entonces la Cruz e la misión de liberar a los hom espanto y de la crueldad, siquie: el sufrimiento, la más atroz: la dumbre acerca del destino de los igiendo la correspondencia de los los paises enemigos a las respec rganización, preparada desde hataba, por cierto, dispuesta para nsiones y semejantes cantidades, milmente a millones. Dia a dia, de o que aumentar el número de los, pues cada hora de espera a.
caba para los parientes una eter diciembre de 1914 eran ya trein.
las que cada dia daba curso; y Fecho Museo Rath de Ginebra, se scientas personas para dar abasto dora y poder contestar toda la co ia. en medio de ellas, en vez stamente a su propia obra, traba mano de los escritores: Romain miento aunque sea contra la oposición de su pais y hasta contra la indignación de todo el mundo bellgerante. En el mismo otoño de 1914, cuando la mayoria de los escritores gritaban a cual más fuerte su odio, vociferaban y se ladraban unos a otros, él habia escrito su memorable profesión de fe: Au dessus de la métée, donde combatia el encono espiritual entre las naciones y exigia del artista justicia y hu.
manidad aun en medio de la guerra. Fue un articulo que como ningún otro de aquella época, promovió las más encontradas opiniones y dejó tras de si una estela de literatura adversa y en contra.
Porque eso diferenciaba la primera guerra mundial de un modo bienhechor, de la segunda: el verbo aun tenia poder en aquel entonces. Todavia no lo había asfixlado la mentira organizada: la propaganda. todavía los hombres atendian a la palabra escrita, y la esperaban. Mientras que en año 1939 ninguna manifestación de tin escritor, ni en favor del bien ni en favor del mal, provocaba el minimo efecto, mientras que hoy mismo ningún libro, ningún panfleto. ningún articulo, nirguna poesia emociona intimamente a las masas y menos aún influye sobre su pensamiento, en 1914, un poema de catorce Ilneas, como aquel canto de odio de Lissauer, o una declaración como aquella tan necia de los 93 intelectuales alemanes. llegaban a constituir un acontecimiento y, por otra parte también, un articulo de olvidado tampoco su deber particu.
artista de manifestar su convenci