198 APUNTES ANECDOTARIO Por Julio Vives Guerra Después de un combate o de una batalla sin que pueda yo dar el nombre del paraje, el Libertador Simón Bolivar se le adelanto a sus oficiales, e e iba solo, por una de esas genialidades tan frecuentes en el Como Simón Bolívar sintiese las fauces resecas, porque calentaba un sol de esos tropicales que «no destinen, miro hacla todos lados a fin de descubrir la linfa de un arroyo, y columbró allá como a las diez cuadras, una buena casa de campo.
Dióle de los acicates al caballo, llegó a la casa en donde no se veía a nadie, si bien una columna de humo y el cacarea de las gallinas indicaban que la habitación no estaba vacia.
Bolivar se apeo, acercóse a la puerta y, con el mango del latigo, dio tres golpes.
Casl inmediatamente la puerta se abrió y en el umbral apareció una dama como de treinta años, que la mostraban como de nobles abolengos.
bellisima, de rasgos fisonómicos finos y distinguidos.
El Libertador se descubrio y la saludó galantemente. Buenas tardes, señora mla. Buenast Que ofrece?
Por el acento y por la castiza pronunciación de la C, Bolivar la pensó y tuvo por española, y la dijo, siempre dentro de la misma cortesia. Si a usted señora mia no le fuera muy molesto, me atreverla a suplicarle que me diera un vaso de agua. Con much Entre usted, y per Se dirigió a la entregó a Boll sorbo. Luego lo de. Gracias, sen le ha dado egua a Sonrió la dam. Es usted es. Española, to dama.
Entonces hubo Bolivar. Con La Dama. SI para hon Siendo a los patriotas. Patriotas española, no puedo contra mi pallo)
cho, no? Con más Usted no No, señor B: SI lo cono lante con las damas tivos de usted. SI? Pues Pero usted tendrá con que se bebió el monada.
Pusose la dama aprovechando und cartera una hoja, esmente, colocó el pap