APUNTES lucido furtivamente en su estudio?
reaccionó, y casi avergonzado NY. empezo.
je seguir. Me limité a estrechar no: hubiera querido besarla. En abla manifestado abiertamente el odo el arte, y en realidad de toda. concentración, el resumen de de todos los sentidos; el éxtasis, indo, de todo artista. Aprendi algo ra.
RA DE 1914. EN AUSTRIA.
APUNTES 151 queria, ni los pueblos ni el Gobierno, de esa guerra que se habla deslizado entre las manos torpes de los diplomáticos, contra su voluntad, después de que habian jugado y fanfarroneado con ella, se transformó de repente en entusiasmo. Formáronse mani.
festaciones en las calles; de pronto, en todas partes, Flameaban banderas y se escuchaba música; los jó.
venes reclutas marchaban triunfalmente, los rostros iluminados, porque se les saludaba jubilosamente, a ellos, los pequeños hombres del diario vivir, a quienes antes nunca nadie habla celebrado y en quienes nadle habia fljado su atención.
En honor a la verdad, debo reconocer que en esa primera eclosión de las masas había algo grandioso, avasallador y hasta seductor, algo a lo que era dificil sustraerse. pese a todo el odio y aborrecimiento de la guerra, no quisiera pasarme sin el recuerdo de esos dias primeros. Miles, centenares de miles de hombres sentian como nunca lo que mejor debían haber sentido en la paz: que formaban una unidad. Una ciudad de dos millones de habitantes, un pais de casi cincuenta millones, tuvo en esa hora la sensación de que todos eron coparticipes de la historia universal, de un instante que nunca volveria a repetirse, y de que cada cual estaba llamado a lanzar su yo minúsculo en esa masa ardiente, para purificarlo en ella de todo egoismo. Todas las diferencias de clase, de idioma, de posiciones y do monstruoso estaba en marcha: a a Bélgica, contraria a todo es.
Internacional. Volvl temblando al viaje, de regreso a Austria. Enposible dudar: viajaba rumbo a la uiente estaba en Austria. En todas reclan pegadas las proclamas que villzación general. Los trenes se tas recién uniformados, ondeaban umbaba la música marcial, y en ad entera sumergida en la embria.
rimitivo de la guerra, que nadie