APUNTES 427 en los cafés recibíamos más prontamente los diarios y en mayor abundancia. Necesité años, decenios, para reencontrar el equilibrio perdido en esa supertensión y esa avidez infantiles y para remediar un tanto el inevitable desmaño físico consiguiente. Pero en conjunto nunca me arrepenti de ese fanatismo, de esa manera de vivir exclusivamente con los ojos y los nervios, de mis tiempos de gimnasio. Hizo brotar en mi sangre una pasión espiritual que nunca más quisiera echar de menos, y todo cuanto desde entonces he leído y aprendido se asienta sobre el fundamento endurecido de aquellos años. Lo que se ha descuidado con respecto a los músculos, puede repararse más tarde; pero la elevación hacia lo es.
piritual, la fuerza intrinseca de comprensión sólo se adquiere en aquellos años decisivos de la formación de la personalidad; y sólo el que tempranamente aprendió a tender su alma con amplitud, logra más tarde contener en si mismo al mundo entero. Que yo debía estudiar en la Universidad, fue una cosa resuelta desde un principio en el consejo de familia. Pero. por qué Facultad me decidiría? Mis padres me dejaron elegir con absoluta libertad. Mi (4) Leídas estas palabras, queda el ánimo dispuesto a perdonar los defectos de los gimnasios y escuelas de Austria, a fines del siglo pasado. Las cosas se conocen por sus frutos. Muy famosos están resultando los señores deportistas de estos tiempos!
ej.