Hitler

412 APUNTES con causa seguida o a quienes se siguiere, de que resulte merecer la pena de presidio o destierro. Art. No bastando éstos al número necesario, se alistarán también los notoriamnete viciosos o vagos, sin distinción, calificándolos de tales el mismo Gobierno con las listas e informes que exigirá al efecto de las Municipalidades. etc. Entre otras disposiciones que se omiten, contiene el decreto la de que, en todo caso, sean llamados al servicio en primer término los sol.
teros. Lo suscriben los señores Pedro Zeledón. Ma.
nuel María de Peralta y Joaquín de Iglesias, Diputados; José Rafael de Gallegos y Gregorio Guerrero, Consejeros, y Juan Mora, Jefe Supremo. Qué les parece el decreto a nuestros modernos gobernantes? Los viejos, quienes, según todas las trazas, acostumbraban inspirarse en el interés general, pensaban que el sistema de enganche voluntario para el ejército era el mejor; que podía emplearse el servicio militar como correctivo de criminales, viciosos y vagabundos; y que a las gentes de trabajo y a los padres de familia honrados no se les debía llamar al servicio sino en último recurso.
Para nuestro Occidente, la megalomania de Hitler tendrá consecuencias menos graves que la de Pío Nono en la segunda mitad del siglo XIX, declarandose infalible y emprendiendo su cruzada terrenal para enmendarle la plana a la Naturaleza, autora de las desigualdades y de las armonías consiguientes, Lemoins