APUNTES 401 vecientos hombres armados y numerosa oficialidad, al mando de don Máximo Blanco, como General en Jefe, enviados por el Gobierno que presidia el Dr. don José María Montealegre.
En ese estado las cosas, los acontecimientos se sucedieron con rapidez, como era natural, pues ya no se hubiera podido atajarlos, a menos que los sublevados se hubieran rendido sin disparar un tiro, a lo cual se oponían las condiciones personales de los jefes, la fuerza con que contaban y la esperanza que tenían de un levantamiento general contra el Gobierno, fundada en la antigua popularidad de señor Mora (don Juanito, como le decían) y en promesas más o menos sinceras.
La catástrofe no se hizo esperar. El día 20 ocurrió el primer encuentro: un cuadro de 20 oficiales, destacado para que avanzara reconociendo el campo, llegó al Rio de la Barranca y empeñó el combate con el fin de quitar al enemigo la barca que servía para pasar el río, y ayudado por compañía al mando de su Capitán don Próspero Fernández, que protegia el cuadro, puso en derrota a la escolta enemiga. En esa acción hubo soldados que dieron muestra de heroísmo, pasando el río a nado bajo la lluvia de balas. El 24, cuando todo el ejército pasaba el río, hubo otro pequeño encuentro, resultando algunos muertos y heridos, de ambas partes. Encerrados en Puntarenas, don Juan Rafael una