APUNTES 393 un hoy o mañana, sino dentro de un año o de diez o de más. Lo cual es lo opuesto del estrecho espíritu práctico que se concentra en la inmediata ganancia comercial o inmediata victoria política. El comentario de Burke a la muerte repentina de su colega en la diputación por Bristol no fue una observación sobre el equilibro de los partidos o la elección del nuevo candidato, sino: iqué sueños somos, y qué sueños perseguimos! Las consideraciones prácticas siguieron indudablemente después; pero el primer pensamiento fue el más permanente, el más profundo. Recordemos su máxima sobre la política imperial, máxima que podría ponerse en labios de Enrique el Navegante: ideas mezquinas casan mal con gran imperio.
Idéntico principio guió a otro gran humanista entre los hombres de Estado del siglo XVIII, Char les James Fox, y ha sido la inspiración de la política liberal extranjera desde entonces. Fue el espíritu con que Lord Chatham se opuso a la guerra contra las colonias americanas y que explica por qué, du.
rante la centuria en que la Gran Bretaña consiguió completo dominio de los mares, nunca trató de arrebatar las colonias a las potencias europeas menos fuertes; por qué Mr. Gladstone devolvió las Islas Jonias a Grecia; por qué otro humanista, Macaulay, sentó el principio de que la finalidad del gobierno británico en la India era adiestrar a las naciones