390 APUNTES qué pájaro seria. Anoche fue revelado el secreto, porque, precisamente cuando iba a acostarme, un ruiseñor empezó a cantar la Serenata de Schubert bajo mi ventana: Leise flehen meine Lieder Durch die Nacht zu dir In den stillen Hain hernieder Liebchen, komm zu mir.
17 Rara vez hablan de la muerte los viejos, Sus velados ojos parecen no ver más que el pasado y el presente. Poco a poco, mientras la memoria se debi.
lita, el pasado se va haciendo más indistinto y se vi.
ve casi por entero en el presente. De ahí que, si sus dias son tolerablemente indolentes, como quiere la naturaleza, los viejos sean, por regla general, menos infelices de lo que creen los jóvenes. Sabemos que debemos morir. No sabemos otra cosa de lo que nos aguarda. Todo lo demás es pura suposición, la mayor parte de las veces equivocada. Como niños perdidos en el bosque, vamos a tientas por el camino de nues.
tra vida en la feliz ignorancia de lo que nos espera de un instante a otro, sin saber qué penas habremos de afrontar, qué venturas más o menos emocionantes encontraremos antes de la Gran aventura, la más emocionante de todas, la aventura de la muerte. De vez en cuando, perplejos, arriesgamos una tímida pre.
gunta a nuestro destino, pero sin obtener respuesta,