APUNTES 385 de la Salpêtrière, causa de mi desgracia, fueron con.
denadas durante mucho tiempo por cuantos estudia.
ban seriamente el fenómeno hipnótico. Las teorias de Charcot sobre el hipnotismo, impuestas sólo por el peso de su autoridad a toda una generación de médicos, han caído en descrédito después de haber retrasado durante más de veinte años nuestro conocimiento acerca de la verdadera naturaleza de este fenómeno. Se ha demostrado que casi todas las teorías de Charcot sobre el hipnotismo son erróneas.
El Hipnotismo no es, como él dice, una neurosis introducida artificialmente, que se encuentra sólo en el histerismo, en los hipersensibles, débiles mentales y desequilibrados. La verdad es todo lo contrario. Los sujetos histéricos son, en general, menos fáciles de hipnotizar que las personas bien equilibradas y de mente sana. Las inteligencias de carácter fuerte y dominadoras, son más fácilmente hipnotizables que los fastidiosos, estúpidos, superficiales y escasos de mentalidad.
Los idiotas o los locos son los más refractarios a la influencia hipnótica. Los que aseguran no creer en el hipnotismo suelen ser los más fáciles de dormir. Los niños son fácilmente hipnotizables. El sueño hipnótico no puede producirse sólo con medios mecánicos. Las brillantes bolas de vidrio, los espejuelos adoptados por los cazadores de pájaros, las calamitas, el mirar en los ojos al sujeto, los clásicos pases mesmerianos usados en la Salpêtrière y en la Charité son verdaderas torterías,