380 APUNTES daba la frente de la encantadora, quedan muy pocos pétalos de rosa, fragantes de eterna primavera. Qué inmortal alegría y qué inmortal tristeza evoca a nues.
tros oídos aquella lejana canción de la costa de la Hélada. Podrá oirse alguna vez tu voz, bellísima Safo. Acaso cantes aún en algún perdido fragmento de la antologia, intacto bajo la lava de Herculano. No quiero oir nada de tu Safo refunfuñó Norstrom. Lo que sé de ella y de sus adoratrices me basta. No quiero saber nada de las mujeres. Has bebido más de lo que debías y has dicho una serie de estupideces; volvamos a casa. mitad del camino, en el bulevard, mi amigo quiso cerveza y nos sentámos en una mesita exte.
rior de un café. Bonsoir, Chéri. dijo la señora de la mesa que estaba al lado de mi amigo. No me convidas a cerveza? Estoy sin cenar.
Norstrom, con voz irritada, le dijo que le dejase en paz. Bonsoir, Cloe dije. Comment va Flopette. Está haciendo las calles secundarias; hasta después de media noche no puede hacerse nada por los bulevares.
Mientras hablaba, apareció Flopette y sentose al lado de su compañera. Sigues dándote a la bebida, Flopette? dije. Quieres ir al infierno?