376 APUNTES no se Siempre estás rodeado de mujeres. Quisiera gustar tanto a las mujeres como tú; hasta mi vieja cocinera está enamorada de ti desde que le curaste su erisipela. Quisiera no gustarles tánto, y de buena gana te cedería todas esas mujeres neuróticas. Sé que hasta cierto punto les debo a ellas mi fama como doce tor de moda, pero déjame confesarte que son muy fastidiosas y, a menudo, acaban por ser un peligro.
Dices que quieres gustar a las mujeres; pues bien, digas, no les des demasiada importancia, no les dejes mandarte como quisieran. las mujeres, aunque parezca lo contrario, les gusta mucho más obedecer que ser obedecidas. Pretenden ser iguales a nosotros, pero saben de sobra que no lo son, por fortuna para ellas; porque, si lo fueran, nos gustarían mucho menos. En general, creo a las mujeres mejores que los hombres; pero, claro está, no se lo digo.
Son mucho más valerosas, afrontan las enfermedades y la muerte mucho mejor que nosotros, tienen más piedad y son menos vanidosas. En la mayoría de los casos, su instinto es en la vida una guía más segura que nuestra inteligencia, y no hacen tantas locuras como nosotros. El amor es para una mujer mucho más que para un hombre; lo es todo. menos cuestión de los sentidos de lo que un hombre generalmente se imagina. Una mujer puede enamorarse de un hombre deforme y aun de un viejo que sepa des