370 APUNTES Se lo diré si me promete estar tranquila.
Dejó de llorar de repente y, enjugándose la última lágrima de sus ojazos, dijo valerosamente. Puedo soportar cualquier cosa, he sufrido tánto! No tema usted, no volveré a llorar. Qué tengo. Colitis.
Sus grandes ojos tornáronse aún mayores, cosa que yo hubiera creido imposible. Colitis! Exactamente lo que siempre me habia figurado. Estoy segura de que tiene usted razón. Colitis! Digame ¿qué es la Colitis?
Estaba muy atento a evitar aquella pregunta, porque ni yo mismo lo sabía, nadie lo sabía en aqueIla época. Pero le dije que duraría mucho y que era difícil de curar; y hasta en eso tenía yo razón. La Condesa me sonreia amablemente. su marido que decia que sólo eran nervios! Para llegar a ser un buen médico de perros es necesario estimarlos, pero también es preciso comprenderlos; sucede como con los hombres, con la di.
ferencia de que más fácil es comprender a un perro que a un hombre, y es también más fácil quererlo.
No olvidéis nunca que la mentalidad de un can es completamente distinta de la de otro. El agudo espi.
ritu que brilla en los ágiles ojos de un fox terrier, por ejemplo, refleja una actividad mental completa.
mente distinta de la serena sabiduría que brilla en