352 APUNTES Muchos me preguntarán: Bien; pero ¿cómo se alcanza la fe cuando no se tiene? No cree úno sim.
plemente porque quiere creer. eso digo yo que la fe no es algo que se alcanza: es algo que se tiene.
Más aún: tenemos hasta exceso de ella y la deposita.
mos en las cosas más peregrinas que se pueden ima.
ginar: en las dictaduras, o la astrología, o tal amuleto, o esta o aquella panacea económica. Nada prueba tánto que tenemos fe hasta para derrochar, como la facilidad con que se la otorgamos al primer credo o embauca.
dor con que nos topamos a la vuelta de la esquina.
Harry Emerson Fosdick Todos los Estados modernos tienden a ser máquinas inmensas e inhumanas. En el caso peor, aplastan al ciudadano corriente, al hombrecito de los dibujos humoristas de los periódicos. En el caso mejor le dejan insatisfecho. Le imponen tributos, le cuelgan una etiqueta, le protegen, le aseguran contra la miseria, registran el hecho de que ha nacido, de que se ha casado, y, finalmente, de que ha sido enterrado como es debido. No existe mucho calor humano en todas estas órdenes y registros, ni mucha poesía en el re.
chinar de la máquina del Estado. Por esto para el inglés corriente el rey es una evidencia viva de que el Estado es, al fin y al cabo, una reunión de hombres, y que según el más grande pensador de Grecia, el Estado existe no sólo para la vida, sino para la vida buena.
El Director de Inglaterra Moderna. enero de 1943.