APUNTES 341 van Son los daneses socialistas a la antigua, que dicery con Jaurés: de lo pasado, el fuego; nó.
las cenizas.
Les encantan tanto las igualdades exteriores como las desigualdades profundas. En la puerta del teatro hacen cola juntos el rey y sus conciudadanos.
En la calle corren por parejo, en bicicleta, los altos funcionarios, los sacerdotes, los médicos, las señoras que de compras, los sirvientes, los maestros, los escolares. no hay otro país en el globo en donde la instrucción ofrezca un nivel más alto que el de Dinamarca, y esto sin intervención coercitiva ministerial o universitaria.
Bien se ha dicho que en un mundo oscurecido por el crepúsculo de todas las ideas liberales. Dinamarca ha sido hasta hoy un oasis de siglo XIX, el siglo del florecimiento de Paris, de Viena y de Copenhague.
Por desgracia, no hay medalla sin reverso. El fondo de candor de los daneses, el secreto de su colectivismo natural, ha servido también para con vertir su patria en la primera y más simpática e inocente víctima del hitlerismo. Sí. Las recuerdo. Pero ni mi madre ni mi esposa ni mis hijas han sido médicas o abogadas o diputadas, LEMOINS