336 APUNTES año había llegado al pais, donde residiera antigua.
mente dedicado al ejercicio de su profesión de mé.
dico; en tanto que Proaño, ilustre escritor ecuatoriano, vivia en Costa Rica trabajando penosamente como periodista, en aquel tiempo en que el oficio de tal exponía a más y quizás mayores peligros que el de torero; había sido fundador, en unión de don Juan Ferraz, del Otro Diario, segundo de los diarios de particulares publicados en el país, y cuando le expulsaron publicaba el bisemanario La Escoba, que como he dicho en otro trabajo relativo a ese perió.
dico, era la delicia del público. De modo que el castigo arbitrariamente aplicado a Proaño nos alcanzó a todos los que con tanto gusto leíamos La Escoba.
Buscando en estos días las imputaciones que por la prensa se hubieran hecho a Proaño, he encontrado en La República del de noviembre de 1886 un remitido anónimo suscrito por Un amigo del Gobierno. en que se lee lo que sigue, con la advertencia de que subrayo algunas palabras: LOS MATADORES DE LA HONRA El periódico La Escoba, que se precia de chis.
peante espiritual, ha tomado el papel propiamente de los frailes beatas que tanto abundan en su tierra, que se proponen matar la honra ajena, a título de virtuosas santulonas. Para echar la honra de una