320 APUNTES concurrió mucha gente a la Exposición. Para facilitar la venida de los visitantes de las otras provincias centrales, se dispuso rebajar el precio de los pasajes de ferrocarril en determinados dias.
Además de las preciosas colecciones de maderas y otros frutos naturales de nuestra tierra, pudimos por primera vez admirar las de antigüedades de los indígenas del país. Si no me equivoco, don José Ramón Rojas Troyo, de Cartago, y un señor Matarrita, de Nicoya, exhibieron los objetos recogidos por cuenta de ellos de las más notables guacas.
Ņo faltaron en la exhibición bonitos trabajos de las pequeñas industrias nacionales y curiosas obras de arte. Por lo que hace a éstas, me acuerdo de que la estatua en madera de un niño desnudo, obra del escultor don Manuel Rodríguez, de San Ramón, quedó al final de la temporada con señales inequívocas del manoseo que no pudo evitarse con la sencilla valla que tenía por delante.
El domingo de octubre fue el acto solemne de clausura del certamen y distribución de los pre.
mios adjudicados, en el salón del Palacio Nacional.
Según el decreto respectivo, expedido por el Ejecutivo el 15 de setiembre de 1885, además de la referida exposición debian celebrarse otras semejantes en los años de 1887 y 1888. Al efecto se había dictado el reglamento correspondiente y nombrado la Junta antes mencionada. Teníase con ello