APUNTES 261 critor don Juan María Murillo dedicó al establecimiento un notable artículo que, por desgracia, no conservo.
Llegó por fin el año de 1888, fatal para la Universidad y, en consecuencia, para la Biblioteca.
El nuevo Rector, señor Lic, don Juan Ulloa (padre. visitó la Biblioteca el 17 de enero. Estaba animado de los mejores deseos, pero pronto le faltó la salud; murió tras corta enfermedad, y su entierro fue el domingo 24 de junio.
Poco más de un mes después, el de agosto, fue el señor Lic. don Félix Montero, segundo Vocal de la Directiva, quien me visitó en la Biblioteca para comunicarme la infausta nueva de la disolución de la Universidad, pues habiéndola propuesto al Congreso el señor Presidente de la República, Lic. don Bernardo Soto, por medio de su Secretario de Instrucción Pública, señor Lic. don Mauro Fernández, era cosa decidida la disolución; que ni el Poder Ejecutivo, dadas las circunstancias, habría de volver sobre sí, ni el Congreso se negaría a complacerle. Sin embargo, el señor Montero pensaba lo mismo que yo, que por el buen nombre y decoro de la Universidad, precisaba hacer por ella lo que se pudiese. Le había de tocar a don Félix, como le tocó, por la defección de otros, ocupar el primer puesto al frente de los defensores de la Universidad.
Las últimas asambleas generales se verifi: caron el y el 15 de agosto. En aquélla, muy