APUNTES 255 pocas novelas contemporáneas, contándose entre las existentes las primeras y más celebradas de Pérez Galdós. También había buenas revistas extranjeras.
Se abría al público la Biblioteca en los días de trabajo, de a 10 y de 11 a. a p. en los demás días.
Ya en enero de 1885, me confió alguna vez el señor Obregón el cuidado de la Biblioteca, por saber que me interesaba por ella con toda devoción.
La guerra emprendida por el gobernante de Guatemala, don Justo Rufino Barrios, para someter por la fuerza a los países de la América Central que no le reconocieran como jefe de toda ella, nos sorprendió a los costarricenses el domingo de marzo de 1885, en que se reunió extraordinariamente el Congreso para tratar del asunto. Resuelto que el país debía ir a la guerra, el día 10 se hizo con los toques de ordenanza por las bandas y con salvas de art el llamamiento general al servicio de las armas.
La gente acudió en masa a los cuarteles, cuyas puertas se abrían de par en par; y como se llenaron completamente, el Gobierno ocupó cuantos edificios grandes había, el de la Universidad, como siempre, en primer término.
La Biblioteca, por consecuencia, no pudo ser abierta mientras duró aquella especie de pesadilla, que no nos permitía ni descansar tran