240 APUNTES ble, luminoso, expansivo, de que su alma ha llenado este siglo. El fue el precursor de todo lo que más apreciamos. Es cierto que en su sangre había gotas de locura, y que la senda de su vida real se desvió por lugares de ruindad; pero su espíritu poseía las verdades fundamentales de la naturaleza humana, y llenábalo la profecía. Na.
die hubo nunca que diese más vida nueva al mundo que él. Su obra no se ha reconocido aún: es demasiado nueva para nosotros; pero quién piense verdaderamente, debe a menudo pensar con Rousseau y aprender más y más sus enseñanzas. Tal es el método del genio: madurar el fruto para la muchedumbre con los rayos de calor de que la misma muchedumbre se queja. Hablando de Nathaniel Hawthorne: El tiempo y la experiencia, decía a menudo, han formado a los hombres como los vemos, y es muy probable que sólo el tiempo y la experiencia los conviertan en seres diferentes de lo que son. Los conservadores, según él, pa.
recen tener de su parte el sentido común; pero los reformadores no carecen de justificación, pues, impulsados por una fe ardiente, tratan de hacer nuevas conquistas. Pero el si lo que los conservadores defienden tan valerosamente merece la pena de defenderse, y el si lo que los reformadores promueven tan furiosamente merece tánto esfuerzo, son cuestiones acerca de las cuales el racionalista