APUNTES 237 «El partido demócrata invoca la fuerza bruta de la mayoría, sea ésta justa o injusta. No conoce la ley superior no escrita. No hay diferencia vital entre el partido whig y el demócrata; ninguna diferencia en cuanto a principios morales. El whig inaugura al dinero adquirido; el demócrata inaugura al deseo de adquirir dinero: hé ahí la diferencia. Entre los dos no hay más que una cerca endeble, la cual cede fácilmente cuando se le hace fuerza, y entonces los dos partidos se mezclan. Un demócrata no es más que un whig futuro, y un whig un demócrata llegado a la madurez un demócrata a quien ha llegado la hora de hacer su agosto. Un demócrata es un whig joven que legislará en pro del dinero tan pronto como lo consiga; un whig es un viejo demócrata que antes echaba vivas a la mayoría y gritaba. Muera el dinero. Hé ahí al déspota. Viva el deseo del dinero. Abajo los ricos, y arriba los pobres. Los Estados Unidos de los tiempos de Parker se estaban convirtiendo en un país dominado por la clase media, burguesa o comercial, y él, como Lincoln, no desaprobaba la transformación. Creía que la economía y el ahorro eran muy encomiables, y que la riqueza bien habida también lo era. Sin embargo, a la especulación no acompañada de trabajo creador alguno, le te