218 APUNTES a ser llamado filósofo, buscando la sabiduría como amiga y consejera cotidiana y no siguiendo otro camino que el que ella señalaba.
En la opinión de muchos de sus coetáneos, Thoreau era un sujeto extraño que en sus jui.
cios en cuanto al valor relativo de las cosas, todo lo había puesto patas arriba. Sin embargo, cuanto más atentamente se le estudia, tanto más se duda de si quien andaba por los cerros de Ubeda fuese él o sus críticos. Por desgracia, un hombre completamente sincero y original es tan raro, que despierta la sospecha de la generalidad de la gente. los locos de un manicomio, un hombre racional debe parecerles extraño y estrafalario.
En una sociedad de siervos, un hombre sin amo se mira como desaforado. los agricultores de Concord, Thoreau les parecía extraño únicamente porque observaba en su vida diaria los preceptos que ellos aprobaban los domingos. El prin.
cipio de que la vida es más que pan y el cuerpo más que ropa, era principio dominguero bien conocido en Concord; pero que alguien lo aplicara durante el resto de la semana y se propusiese ajustar sus actividades cotidianas a las enseñanzas del sermón de la montaña, les era incomprensible a los yanquis prácticos que se guiaban por normas enteramente distintas de las evangé.
licas. Lo que los ponía perplejos era más bien la conducta que la filosofía de Thoreau.