APUNTES 183 sean egoístas; y cuando sean bastante puros para descartar el código de la fuerza, serán bastante sensatos para atender como se debe a estos asuntos públicos de correos, caminos, el comercio y el intercambio de la propiedad, y museos y bibliotecas e instituciones de ciencias y artes. Esta intervención en la vida ajena dicees el dislate que descuella con repugnancia indecible en los gobiernos del mundo. Porque todas las leyes, salvo las que el hombre se da a sí mismo, son risibles. Por consiguiente, cuanto me.
nos gobierno tengamos, tanto mejor menos leyes y menos poder delegado. El antídoto contra este abuso del gobierno establecido es la influencia del carácter individual, el desarrollo del individuo. la aparición del hombre cuerdo, del cual (preciso es confesarlo) el gobierno existente no es más que una imitación miserable. El Estado existe para educar al hombre cuerdo, y cuando el hombre cuerdo aparece, el Estado expira.
La aparición del carácter hace innecesario el Estado. El hombre cuerdo es el Estado. Como hombre sensato, toleraba el Estado; pagaba sus contribuciones y no se paraba a colar mosquitos; pero como hombre libre se oponía a que el gobierno lo forzase; antes que someterse, destruiría el gobierno. Hay en su diario un pasaje, escrito cuando se declaró la guerra a Mé