162 APUNTES un problema tan peliagudo a quien estudia la historia de la literatura norteamericana. La dura arcilla de su naturaleza recibió la forma de un modelo distinto del normal de sus contemporáneos, y durante mucho tiempo se creyó que esta diferencia había sido para él gran desventaja.
Su franco individualismo irritaba de continuo a la mayoría quisquillosa, y su indiferencia a los entusiasmos corrientes se miraba como traición a la patria. El derecho del individuo a poner en tela de juicio las declaraciones y opiniones del hato no era reconocido por el hato mismo, y cuanto más trataba éste de acallar la lengua de Cooper, tanto más cáustica y locuaz la ponía.
El rehusó callarse, aunque se le declarase la guerra. En consecuencia, los últimos años de su vida fueron amargados por una multitud de pequeñeces enojosas, y su buena labor creadora estuvo a punto de naufragar.
Ningún otro observador de esos tiempos inconstantes sufrió tan profundamente en sus ideas y sentimientos los efectos de la relajación de los antiguos vínculos, y ninguno trabajó con tanto ardor por mantener a sus conciudadanos en el camino de la rectitud a que antes se rendía tributo. Su activa vida presenció la gran transición del orden aristocrático al capitalista, y este cambio revolucionario le suministró abundancia de material para meditar cavilar.