APUNTES 151 canalículos por donde, de la universa historia humana, como de la universa naturaleza, confluyen las aguas silenciosas y profundas que forman el minúsculo lago de su alma. El más simple en apariencia de nuestros actos es efecto de una colaboración infinita y oculta. Ha habido quien diga que el hombre es tanto más fuerte cuánto más solitario; pero si el fuerte es solitario materialmente, no puede serlo nunca espiritualmente. Apartándose de la inmediata compañía de sus semejantes no se hace el hombre más fuerte, sino poniéndose en compañía más alta y universal, donde ideas, sentimientos y propósitos más generales se lleven la palma. Dijo Montaigne: el juicioso debe retirar su alma y mantenerla en libertad y potencia de juzgar libremente de las cosas. Justísimo; pero salir del tropel no quiere decir recogerse en soledad. El hombre que se aleja de los rumores e intrigas del consorcio común, que medita en silencio y en quietud los más altos fines humanos y que busca las vías de alcanzarlos, es un solitario fingido: es, al contrario, el hombre público por excelencia.
Es preciso que la nación busque y encuentre el modo de redimirse de las manos de los poco cultos, de los melenudos y de los ineptos, y no confíe el mandato de representarla y el cuidado de sus intereses sino a quien sea verdaderamente digno de tal honor. Es preciso que