Elías Jiménez Rojas

128 APUNTES Conversación con un periodista Fuí en busca de don Elías Jiménez. El empleado que me recibió me condujo hasta uno de los últimos cuartos de la casa. La puerta estaba abierta de par en par. Me detuve. Don Elías parecía estar corrigiendo pruebas de imprenta.
En un rincón se veía un altarcillo graciosamente iluminado, y en él, una imagen de la Virgen del Olivo. Frente al altar, un simpático niño, de unos cinco años, descubierto y de pie, oraba con dulzura. Oh santa Virgen del Olivo, con cariño yo te pido que haya siempre paz en mi casa y en todas partes. Al sentirme, corrió el niño hacia don Elías.
Yo estaba turbado y a la vez dolido de haber apagado aquella llamarada de piedad en aquel lugar.
Don Elías alzó la cabeza, me tendió la mano, y sin otro saludo me dijo: Más sorprendido estaría Ud. si me hubiera encontrado, como me sucede tantas veces, haciéndole dúo al niño, yo que pienso que la oración es una flecha lanzada al vacío, según las palabras de Saint Saens, el autor de «Sansón y Dalila. uno de los músicos de mi juventud, con Massenet, Gounod, Verdi y Puccini. Siéntese en ese banco porque aquí no hay sillas. qué dicen las olas?
Dicen que ¿cuál es su opinión respecto a la idea de convertir el de noviembre en día de fiesta nacional?