APUNTES 113 El acto de la toma de posesión revistió formas que contrastaron con las de la dictadura pasada, cuyos humos de monarquía rayaron en lo ridículo, y eso impresionó de un modo grato a todos los republicanos. Hubo un detalle que llamó la atención y que era un presagio favorable a la causa liberal: el señor Fernández, hasta entonces militar más que otra cosa, hizo gala de sencillez vistiendo en ese acto, como lo siguió haciendo, el traje menos galoneado de los que correspondían según los usos de la época a su grado de general, y empuñando bastón en vez de espada.
Respecto del Presidente Fernández pueden anticiparse estas observaciones basadas en hechos: hombre modesto y bien intencionado, supo inspirar respeto y estimación a los independientes; disfrutó siempre, aun en días de medidas supremas, de seguridad personal sin rodearse de escoltas, tanto que se mezclaba entre la multitud, y su casa y aun los cuarteles. caso inaudito. llegaron a abrirse a la muchedumbre; su muerte, ocurrida cuando se preparaba la República para rechazar la invasión del gobernante de Guatemala, fue sentida en todo el país y se consideró como una gran desgracia, dadas las circunstancias del momento.
12 de agosto de 1890. Costa Rica.
Bajó al sepulcro, en la Villa de la Unión, el