30 APUNTES Cuentan que esos versos los hizo Julio Flórez cuando tenía diez años. Bien puede ser y no hay motivo para dudarlo. De todos modos, son los primeros que publicó, a esa edad, más o menos.
LA LUZ DE CONTADO Allá por el año de 1911 era gerente de la empresa de energía eléctrica don Tomás Samper, un verdadero santafereño, un gentil hombre para quien la hidalguía era una herencia, pues esa cualidad ha ido siempre ayuntada con ese apellido.
Don Tomás, en su carácter de gerente de la energía eléctrica, siempre sin abandonar sus corteses modales, se mostraba bastante rígido, lo que no es de extrañar, porque los paños calientes son mal elemento para tratar con cierto público.
Esa rigidez del señor Samper hacía que todo atraso en un pago trajera como corolario obligado el funcionamiento de los alicates, que tan criticados fueron por la prensa en aquellos tiempos. Alicate significaba luz cortada.
Una noche llegó el poeta Clímaco Soto Borda temprano a su casa, y excepcionalmente Hegaba temprano porque tenía que escribir dos o tres crónicas, y no era cosa de quedarle mal al patrón accidental que había «levantado» ocasionalmente.