APUNTES 13 Bondad mal entendida Sacrificarse por el bien y la comodidad de los demás no siempre es una virtud; muchas veces es todo lo contrario. Será difícil que así lo comprendan esas mujeres muy de su hogar que tienen a su cargo una familia numerosa, aumentada a veces por huéspedes y visitas, y que echan sobre sí mismas toda la responsabilidad del gobierno de la casa y todo o la mayor parte del trabajo. Abundan las mujeres así. Casi podría afirmar sin temor de equivocarme que en cada casa hay una. Es la voluntaria Cenicienta en quien descansan y confían todos los demás para que la comida esté lista a su hora, tendidas las camas, planchada la ropa y todas las cosas limpias y en orden. La mayor parte de las veces esta Cenicienta es la madre; otras, es una tía ya madura que ha perdido por completo las esperar. zas de formar su propio hogar y que paga con su sacrificio la hospitalidad que se le da a regañadientes. Otras veces, por último, es la hermana. mayor, a quien las menores van desplazando de la sala, olvidándola cuando se trata de organizar fiestas y paseos y recargándola de obligaciones y responsabilidades que ella asume por más conforme o más sensata. más tonta.