6 APUNTES Quizás en el pasado, cuando la vida era muy simple, el hombre no necesitaba tanto de su cerebro. En las edades primitivas los músculos le eran suficiente equipaje para hacer la peregrinación de la vida. Casi no había sino dos caminos; dos grandes tareas; y para eso no era necesario el cerebro entonces: comer y reproducirse. Con fuertes músculos el hombre podía apoderarse de los dos alimentos.
Pero este mundo se hace cada vez más complejo, y sólo con el cerebro se puede dominar.
Pasados los cuarenta años, se observa en algunos hombres, los cerebrales, un cambio biológico profundo.
En primer lugar, adquirida la madurez mental el hombre comienza a saber para dónde va realmente. Pasados los cuarenta, ese hombre sabe que el realizar su ambición significa el sacrificio de muchos pequeños deseos en favor del más grande.
Es entonces cuando el hombre comienza a progresar verdaderamente.
Casi todas las grandes obras en la vida las han realizado los hombres pasados los cuarenta años. Pitkin cita innumerables. Casi todos los grandes magnates americanos, los que han conquistado grandes capitales, los que controlan y dirigen empresas inmensas, ejércitos de trabajadores, son hombres mayores de cuarenta años.