APUNTES 413 Nieto y otros, éstos fueron a dar a no recuerdo qué pueblo de Cundinamarca o de Boyacá.
Era muy conservador ese pueblo, estaban enconadísimas las pasiones políticas y se hallaban los colombianos bajo la presión de un justificadísimo miedo a los goberrantes de aquella época.
Por ese motivo los desterrados se vieron en pésima situación, no por falta de dinero sino porque las gentes de ese pueblo les negaron desde la sal hasta el agua, no les vendían un pan y no quisieron darles alojamiento en ninguna casa, fonda o mesón, aunque aquéllos ofrecían pagar precios de nabab, Supo eso el doctor Latorre. que era el cura de la parroquia e inmediatamente, como el padre Rocca, el capellán de los lazzaroni reunió a sus feligreses y les predicó un elocuente sermón y les suplicó que acogieran a los confinados, si no como a personas notables, sí como a prójimos que se hallaban en desgracia.
Este sermón, que pudo acarrearle también un destierro al doctor de la Torre, surtió caritativos efectos, y fue la salvación de los confinados.
Muchos casos de la misma clase se conocen del doctor de la Torre; pero hoy me limito a relatar un razgo de ingenio suyo.
Era cura de no sé cuál parroquia de Bogotá el doctor de la Torre, hace muchos años, y en ese mismo barrio habitaba el poeta Clímaco Soto Borda. pesar de lo muy bohemio que era Clímaco o quizá por lo mismo, cultivaba cordialísimas